lunes, marzo 27, 2006

"¿Qué es lo chistoso?...La gente, es graciosa..."


Después de ver Crash, queda una sensación extraña; pero se queda claramente enterado de una situación bastante extendida, que en este momento se reconstruye con unos cuantos actores en la ciudad de Los Ángeles.
La diversidad de culturas en un mismo lugar, tan cercanas, mediadas por el racismo y el odio represado porque sí.

Esta película es el retrato de la humanidad que quiere sólo ver al frente y ocuparse de lo suyo, olvidando que de vez en cuando es bueno "rozar al del lado mientras camina". Es un llamado de atención sobre todo eso, y sobre la injusticia. Simplemente cosas que no se van a poner en este post: eso es lo que hay que ver.

Hay que ver además que es una película no limpia, pero bien construida. Tiene un montaje fenomenal: en medio de los planos cerrados que están presentes casi en el 80% de la película, se va de una secuencia a la otra en la que se involucran otros personajes, pero que están tan cercanos el uno del otro gracias a este tipo de planos y acciones del uno por el otro. Para dar un ejemplo, en el momento que uno de los personajes que se encuentra en un tiempo y en un espacio que pudo ser "ayer" se dirige a cerrar la puerta de su habitación, vamos a la imagen de otro de los personajes que cierra la puerta de su carro.

Además de ser visual, este tipo de montaje recurre las mas de las veces a los elementos sonoros que permitan el cambio, cosa que recuerda la película "Estación Central" de Walter Salles, que usa este mismo recurso en varios momentos.

El sonido, esta vez, hace que no sea una película limpia. Tiene bastantes problemas tanto en captura como en post-producción. Hay momentos en los que la voz de los personajes no es captada directamente sino que en un movimiento rápdio pierden la direccionalidad del micrófono y es capturada toda la reverberación de la voz en el espacio.
Otras veces hay variaciones del sonido de la cinta, que no sé si sean problemas de la proyección y/o de la copia. Lo que sí es algo incómodo, son los evidentes doblajes de voces de algunos personajes, que impiden la fluidez de la película y sorprenden por momentos.
Al final, la música empieza a adueñarse de las secuencias a la manera del conocido Happy End que llega a empalagar y quitarle fuerza a todo lo que ha venido construyendo la película.

A pesar de esto, la película se sostiene y durante todo el tiempo ha manejado tan bien el ritmo, que el espectador es obligado a quedarse pegado a la silla.

lunes, marzo 20, 2006

¿Amor?


Al referirse a “Capote” habrá que referirse indudablemente al hecho de que su protagonista fue ganador del premio Oscar a mejor actor principal. Esperemos que no solo se mencione el hecho sino que además se insista en que es un merecido premio para un actor que sorprende cada vez que es visto en escena. Pues ya lo hemos visto en "La hora 25" de Spike Lee, "Magnolia" y "Felicidad", por mencionar pocas dentro de su amplia filmografía.

Además de una historia que muestra un perfil de un escritor homosexual norteamericano como Truman Capote, la actuación de Philip Seymour Hoffman es impecable.

Sin excesos, con el gesto y el movimiento apropiado para demostrar el amaneramiento de Capote. Con una voz que nunca se cae, que le pertenece al personaje todo el tiempo y el espectador simplemente puede sonreírse la primera vez que lo ve y oye hablar. En adelante, es una persona más, que hace su trabajo.

Ése trabajo que va a interferir con un sentimiento extraño ante un asesino que protagonizará la última de sus novelas. Un trabajo que le da para vivir y bajo las necesidades del mercado editorial, requiere que Capote se acerque a su personaje sólo para interrogarlo, para investigarlo, con la excusa de una amistad. Una amistad que parece ir más allá, y representa el conflicto al que se ve sometido el protagonista de este film. Algo que también logra transmitir la brillante actuación de Hoffman. Un Capote que va a morir en el año 84 con/por problemas de alcohol.


Los planos de la película son característicos debido a la cámara nerviosa que dejan ver algunas secuencias, y a los grandes planos generales paisajísticos. Una cámara que está nerviosa, como Capote parece estarlo en algunas situaciones. Un tren se ve a lo lejos mientras cruza el cuadro de derecha a izquierda como si fuera un gusano en medio de la inmensidad del terreno. La variedad de planos es evidente en la película, pero sobretodo es evidente que el plano se va cerrando poco a poco sobre los personajes hasta llegar al momento climático en el que el asesino habla lo que tiene que hablar, cuando ha llegado el momento de la verdad para ambos: el momento en el que Capote va a tener cómo finalizar su novela, y el espectador va a tener la seguridad de haber confirmado que ése era el asesino. Ahí, el primer plano sobre ambos personajes es evidente. He ahí otro elemento de construcción importante en la película.

Una banda sonora sencilla, con linda música; con una que otra propuesta sobre sonido, por ejemplo la ausencia de sonido directo mientras vemos imágenes del asesinato del padre de la familia, pero que en un temor del silencio sobre la imagen visual, se las acompaña con la música de la película.

jueves, marzo 16, 2006

"Ojo nos daña el caminao"


La explotación del erotismo con la excusa de la tauromaquia.
Una idea proveniente del primer trabajo de Ruven Afanador, puesta en escena por la compañía de danza contemporánea L´EXPLOSE.

De entrada atrapa al espectador por cualquiera de los síntomas de la insinuación erótica. Pero sorprende sobretodo la escenografía que incluye cuerpos masculinos desnudos acostados sobre mesas de disección. Las mujeres cambian su ropa habitual por la desnudez bajo una camisa blanca que cuelga de un gancho de carnicería. La estrecha relación entre erotismo y muerte se nos presenta desde el comienzo.
La danza se desespera y se calma. La obra maneja tiempos muertos y silencios bastante bien desarrollados. Obligan al espectador a quedarse inmóvil y nisiquiera permitir un movimiento que haga sonar su asiento. A apreciar los cuerpos de hombres y mujeres desnudos que se mueven de un lado a otro.

Un cuerpo pequeño, pero imponente y tremendamente hábil en sus movimientos es el que toma protagonismo en muchos momentos y sobretodo crea dinamismo en la obra.

Diversidad de elementos hacen interesante y agradable la obra.
Las mesas de disección, que generan brillos y reflejos de las luces, se prestan para ser un elemento sobre el que se desarrolla parte de la obra. Desde el inicio hasta el final, cuando dos personajes han sido untados con aceite y brindan tremendo espectáculo del cuerpo sobre las plateadas mesas.

Durante todo el recorrido el manejo sonoro casi que llega a ser impecable, haciendo de los silencios un elemento vital para la obra. Las canciones que se turnan abarcan amplia gama de ritmos. Y para finalizar, una composición electroacústica a partir de voces masculinas que se yuxtaponen, buclean y van a fundirse en una música que acompaña muy bien la danza final del que quiere ser torero.
En el punto climático uno de los personajes masculinos cierra con la parte inferior del traje de luces, la presentación (deja su torso descubierto). Toda la atención se centra en el que antes, luego de vestirse la prenda, roza su cuerpo en ademán erótico y adapta movimientos relacionados con el torero en plena corrida.

En medio del Frenesí, un final con corte abrupto después de haberse extasiado entre roces, caricias y contemplación del precioso cuerpo humano.

lunes, marzo 13, 2006

¿DESCARRILADOS?

Pocos actores...
Una historia interesante...
Otra buena actuación de Clive Owen...

Un giro bastante inesperado, a mi modo de ver, y bastante bien construido en cuanto que la espectativa que maneja la película lleva al espectador a pensar en otra cosa, incluso, a aburrirse con algo que parece ser "lo mismo de siempre".

Hay que verla, simplemente. Intento que si alguien lee este post, no se lleve un trago amargo si cuento la historia. Me limito a decir, entoncnes, que el guión está bien estructurado.
Hay un detalle interesante con los planos: hay muchos que pierden el horizonte. Algunos simplemente funcionan como insertos, pero otros estan dentro de la acción misma. Unos van a descubrir la direccionalidad general de la película de las cosas inclinadas, de los cuerpos que no mueren horizontalmente, sino aparatosamente.
Podría entrar a especular en la relación de este tipo de planos con los trenes... pero solo hay que decir que los planos de las vias que se dejan ver en la película son sólamente los de los cambios de vía: los que incluyen la diagonal.

Cassel y Owen se sobran en unas tremendas actuaciones. Simplemente el director acierta al dejar a Cassel como un francés, que parece tener un perfil bajo que roba en medio de una gran ciudad estadounidense. Siempre con esa agresividad característica de los varios personajes que ha hecho, pero que siempre (puedo asegurar) va a tener su toque distintivo.

Por otro lado, otra vez uno de los músicos de Wu tang Clan, metido entre el reparto de una película. Ya habíamos visto a ambos raperos en la buenísima "Café y Cigarrilos" de Jarmush, pero esta vez además se incluye al rapero del programa de MTV de los carros enchulados. No lo hace nada mal; aparece las veces que tiene que aparecer y logra decir bien sus parlamentos. Lo necesario.

Sin dejar de lado el sonido, hay que decir que no es un a película que se preocupe por explotar alguna riqueza sonora. El tren se limita a sonar cuando tiene que sonar. De hecho lo hace muy poco al comienzo. Después del giro que convierte a Owen en el personaje que persigue, el sonido del tren aumenta e incrementa la tensión, porque además la acción se desarrolla fuera del tren.
La música no tiene nada fuera de lo normal.
Muy pocas cosas interesantes en la banda sonora, muy pocas cosas qué comentar con respecto a ella.
Pero al final una grata película, en medio de la sangre.