jueves, marzo 16, 2006

"Ojo nos daña el caminao"


La explotación del erotismo con la excusa de la tauromaquia.
Una idea proveniente del primer trabajo de Ruven Afanador, puesta en escena por la compañía de danza contemporánea L´EXPLOSE.

De entrada atrapa al espectador por cualquiera de los síntomas de la insinuación erótica. Pero sorprende sobretodo la escenografía que incluye cuerpos masculinos desnudos acostados sobre mesas de disección. Las mujeres cambian su ropa habitual por la desnudez bajo una camisa blanca que cuelga de un gancho de carnicería. La estrecha relación entre erotismo y muerte se nos presenta desde el comienzo.
La danza se desespera y se calma. La obra maneja tiempos muertos y silencios bastante bien desarrollados. Obligan al espectador a quedarse inmóvil y nisiquiera permitir un movimiento que haga sonar su asiento. A apreciar los cuerpos de hombres y mujeres desnudos que se mueven de un lado a otro.

Un cuerpo pequeño, pero imponente y tremendamente hábil en sus movimientos es el que toma protagonismo en muchos momentos y sobretodo crea dinamismo en la obra.

Diversidad de elementos hacen interesante y agradable la obra.
Las mesas de disección, que generan brillos y reflejos de las luces, se prestan para ser un elemento sobre el que se desarrolla parte de la obra. Desde el inicio hasta el final, cuando dos personajes han sido untados con aceite y brindan tremendo espectáculo del cuerpo sobre las plateadas mesas.

Durante todo el recorrido el manejo sonoro casi que llega a ser impecable, haciendo de los silencios un elemento vital para la obra. Las canciones que se turnan abarcan amplia gama de ritmos. Y para finalizar, una composición electroacústica a partir de voces masculinas que se yuxtaponen, buclean y van a fundirse en una música que acompaña muy bien la danza final del que quiere ser torero.
En el punto climático uno de los personajes masculinos cierra con la parte inferior del traje de luces, la presentación (deja su torso descubierto). Toda la atención se centra en el que antes, luego de vestirse la prenda, roza su cuerpo en ademán erótico y adapta movimientos relacionados con el torero en plena corrida.

En medio del Frenesí, un final con corte abrupto después de haberse extasiado entre roces, caricias y contemplación del precioso cuerpo humano.

2 Comments:

Blogger simona said...

"los tiempos muertos" no son una virtud de un espectáculo escénico, son un defecto, es un espacio de tiempo donde no pasa nada, y creo estamos de acuerdo, en Frenesi todo el tiempo pasa algo. El remate que le diste esta de lujo porque resume ese magnifico derroche de erotismo.

4:11 p. m.  
Blogger simona said...

Pregunto, por que el nombre: "Ojo nos daña el caminao" ?

4:36 p. m.  

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